El papel de la mujer en el siglo XVIII
“la Ilustración es el marco
ineludible tanto para explicar el fenómeno histórico
del Movimiento feminista
como para plantear adecuadamente sus reivindicaciones”
CRISTINA MOLINA
PETIT
Teniendo
en cuenta los principios de igualdad la época de la “Luz”, se empezó a plantear
la cuestión de la educación para las mujeres, funcionando así también como base
para el progreso.
Para el desarrollo que se esperaba de la sociedad, era inevitable no incluir a la mitad de la población, las mujeres. Es aquí cuando la educación para este género empieza a jugar un papel importante. Sin embargo, los prejuicios y costumbres de la sociedad acerca de las mujeres en el rol familiar y público se interpuso como obstáculo.
Para el desarrollo que se esperaba de la sociedad, era inevitable no incluir a la mitad de la población, las mujeres. Es aquí cuando la educación para este género empieza a jugar un papel importante. Sin embargo, los prejuicios y costumbres de la sociedad acerca de las mujeres en el rol familiar y público se interpuso como obstáculo.
Con el comienzo de la revolución francesa se manifestó la petición de una serie de derechos a favor de la mujer, los cuales hasta entonces no existían. Un buen ejemplo es el derecho al divorcio, el cual evitaba el papel del hombre como dueño de la mujer, dándole a ella la opción de elegir otro camino protegido por la ley, ya que en esos tiempos la mujer podía ir a prisión al producir un adulterio y un hombre podía hacer lo mismo y en su propia casa sin cualquier repercusión. El otorgarle a la mujer más derechos que la protegieran fue uno de los primeros pasos de dieron cara a los nuevos propósitos en esa época.
En cuestiones de trabajo a la mujer sólo se le veía asignado el papel de reproducción, el cuidado del hogar e hijos. No obstante, la mujer representaba una fuerza de trabajo agrícola importante, la cual se podía similar con el trabajo campesino que también desempeñaba un hombre.
Con el establecimiento de la economía capitalista, la transición de la economía de mercado y el desarrollo de la sociedad liberal, desequilibró por completo la unidad económica familiar campesina y se generó una división sexual del trabajo, asignando unas funciones, espacios y trabajos, dependientes del género. Pero tomando en cuenta que las mujeres ya formaban parte importante de la producción y ganaban su propio dinero, pudieron alcanzar cierta independencia económica. Es así como reivindicaron los mismos derechos sociales, políticos y jurídicos que el hombre.
Este fue uno de los motores que inició la época de los movimientos feministas en la sociedad.
Los esquemas tradicionales se fueron quebrando, al darles a las mujeres poco a poco la oportunidad de involucrarse en temas culturales, literarios, políticos y científicos entre otros. A la mujer se le concedió la capacidad creativa e intelectual, no obstante, la presión social con mentalidad conservadora y con esquemas rígidos respecto a su papel, siguió siendo el mayor inconveniente de la mujer.
El siglo XVIII se puede ver como la época en la que la mujer tuvo la oportunidad de iniciar su camino de igualdad, sin embargo, este fue el inicio de un largo recorrido.
“La ilustración no cumplió sus promesas en lo
que a la mujer se refiere,
quedando lo femenino como aquel reducto que las
Luces no supieron o no quisieron
iluminar, abandonando por tanto, a la mitad de
la especie en aquel ángulo sombrío de la
pasión, la
naturaleza o lo privado”.
(MOLINA PETIT, El feminismo en la crisis del proyecto ilustrado. Sistema, Madrid, 1991)
(MOLINA PETIT, El feminismo en la crisis del proyecto ilustrado. Sistema, Madrid, 1991)
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