sábado, 27 de abril de 2013

Marruecos en el siglo XVIII









Marruecos en el siglo XVIII

En el siglo XVIII, la dinastía que reinaba en Marruecos era la Alauí.
Esta dinastía reinó y se hizo respetar por dos motivos relevantes:
A partir de este siglo lucharon contra la anarquía y los particularismos regionales.
Otra razón muy importante fue el hecho de que los miembros de esta dinastía se consideraban descendientes del profeta Mohammed, lo que les otorgaba un estatuto honorable conforme a su linaje.
Escudo Alauí

Con Muley Ismail se consolidó el Estado centralizado y el poder de los alauitas mediante el terror en el siglo XVIII. En 1727 a su muerte comenzó un periodo de anarquía política, el cual tuvo una duración de 30 años.
Muley Ismail

Durante este tiempo diversas tribus se rebelaron, el ejercito saqueaba y organizaba revueltas.
En resumen, el pueblo se había desentendido de su entonces sultán, Mulay Abdellah.
El norte de Marruecos se vio especialmente afectado, mientras que el sur del país seguía siendo fiel a la dinastía Alauí.

Mohammed III

Mohammed, el siguiente sultán, logró un tiempo de paz y restableció el orden en Marruecos.Él era un monarca ilustrado, ya que estaba abierto al conocimiento de otros pueblos. También orientó la política hacia la modernización. Uno de sus mayores logros fue que abrió Marruecos al comercio europeo, lo que se vio facilitado con la creación de nuevos puertos.
El país más favorecido por esta apertura del comercio fue Francia. Gran Bretaña, por otra parte, se vio relativamente desfavorecido, ya que había monopolizado el comercio con Marruecos.



Moneda del siglo XVIII



En la segunda mitad del siglo XVIII, el comercio marroquí alcanzó una gran prosperidad. La cantidad y variedad de los productos importados y exportados aumentó.
No obstante, se encontró algunos obstáculos durante este desarrollo. Uno de ellos fue la grave sequía y la epidemia de peste, las cuales causaron la inminente muerte de un número considerable de la población y varios desplazamientos al norte del país.
Otro obstáculo considerado de gran importancia durante este periodo fue, como en muchas monarquías existentes, la lucha de poderes por el trono.

Las relaciones hispano-marroquíes dieron también mucho de que hablar durante el siglo XVIII.
Considerando que Marruecos tenía al principio del siglo escaso contacto con los grandes poderes en Europa, a finales del siglo esta situación mejoró. Sidi Mohamed solicitó a Carlos III la apertura de negociaciones para el intercambio de cautivos. Así, en 1767, se firmó un tratado en el cual los dos reinos establecieron relaciones amistosas, la libertad de navegación, la pesca y el comercio a lo largo de las respectivas costas. Entre otro de los acuerdos, también figuro la libre disposición de arsenales españoles para la reparación de los barcos marroquíes.





Tánger


A finales del siglo, España abrió consulados en Tánger, Larache y Tetuán.
Otro aspecto importante fue que en 1789, el reino español, llegó a conseguir el monopolio del puerto de Casablanca.

Prosiguiendo con las relaciones en Europa, la relación con Génova se puede considerar también significativa.

Ya que se llevaron a cabo entre ellos intercambios comerciales y se proporciono ayuda técnica de los genoveses al sultán Sidi Mohammed, esto conllevaba a un buen entendimiento entre estos dos países.

En uno de los tratados que se firmaron entre ellos, destacó el tratado en el que se establecen las modalidades y condiciones para la liberación de los cautivos.
Al firmar el tratado, Sidi Mohammed pretendía establecer un mecanismo diplomático y jurídico aceptable para todas las naciones europeas que sufrían los efectos del corso y la piratería. Para esto, el sultán envió embajadas a Europa con el propósito de entablar negociaciones para el rescate de cautivos.
En Génova se acogió al embajador de Marruecos y se aceptaron las peticiones que él les hizo en cuanto a armamento y reparación de barcos. A cambio, el sultán permitió a comerciantes genoveses importar, durante seis meses, trigo marroquí desde los puertos de Modagor y Casablanca, sin pagar aranceles.

Concluyendo, se considera que en la segunda mitad del siglo XVIII, Génova ocupaba un lugar ciertamente priviligiado en las relaciones de Marruecos con el mundo cristiano.

Por último, un dato interesante del siglo y teniendo en cuenta a otro continente, fue el hecho de que Marruecos haya sido el primer país que reconoció a los Estados Unidos de América y permitió que estableciera la primera embajada estadounidense del mundo en su territorio.

Napoleón y Egipto

''No puedo decirles adónde vamos ni cuánto tiempo vamos a estar allí ni con qué objetivo, pero puedo asegurarles que es un lugar para conquistar gloria y saber''

Así se dirigió el geólogo Déodat de Dolomieu al resto de sabios que irían junto él a Egipto.

Mediante la expedición egipcia, el Directorio (gobierno francés de después de la revolución) conseguiría matar varios pájaros de un tiro: Por una parte, querían quitarse de encima al joven Napoleón debido a sus grandes ambiciones. Por otra parte, no querían que Gran Bretaña, su principal enemigo, se hiciese con más territorios y aumentara su dominio comercial, por lo que encargaron a Napoleón interrumpir el paso de Inglaterra a la ruta comercial que más crédito económico daba a dicho país: la ruta con la India.
Estos intereses ''se ocultaron'' bajo intereses culturales, por eso a la expedición no solo se llevaron a los mejores generales, sino también a grandes sabios, entre los que habían astrónomos, químicos, ingenieros, economistas, poetas, pintores, etc.


Por ese entonces, Egipto estaba controlado por el Imperio Turco. Este estaba ya muy debilitado, por lo que aparentemente, los franceses no tendrían gran problema en conseguir su fin. Sin embargo, se encontraron con un gran obstáculo: los mamelucos. Estos hombres, provenientes en su mayoría del Cáucaso, eran instruídos militarmente por el Imperio Otomano para su defensa. Una vez instruídos, pasaban de ser esclavos a ser hombres libres.

La Batalla de las pirámides

Una vez conquistada Alejandría, Napoleón puso rumbo a El Cairo, y fue poco antes de llegar a esta cuando se encontró con la resistencia mameluca. A pesar del gran dominio en el uso de sables y lanzas de estos guerreros, la caballería de Murad Bey pronto se vió vencida por los franceses (3000 muertos en pocas horas), notablemente superiores en cuanto armamento y recursos.
Ibrahim Bey quiso reorganizar la resistencia, pero acabó rindiéndose ante la superioridad de los franceses y entregó Egipto.

 La Batalla del Nilo (comienzo del fracaso)

El comandante inglés Horatio Nelson, sería el que conseguiría dar la vuelta a la situación en Abukir cuando, llevando a cabo hábiles estrategias, consiguió atacar por un flanco desprotegido a los franceses. Como resultado, estos últimos perdieron parte de su flota, 1700 murieron, 600 acabaron heridos y otros 3000 acabaron como prisioneros.


Tras esta derrota, Napoleón se vio incomunicado en la zona. Esto, sumado a la complicación de la situación política en París, hizo que huyera. Dejó a su segundo, Kléber, en una situación insostenible y los británicos acabaron controlando la situación.

Expedición científica

A pesar de la derrota militar, esta expedición supuso un gran avance cultural y científico, lo que significó la apertura cultural de Oriente a Occidente.
Se puede destacar La Descripción de Egipto, donde se describía con todo detalle aspectos de la vida egipcia, las ruinas de los templos que allí había, etc.
Otro gran descubrimiento fue la Piedra de Rosetta: una estela egipcia con jeroglíficos, escritura demótica, e incluso, escritura griega, que resultó clave posteriormente para descifrar los jeroglíficos egipcios.


Los británicos exigieron a los franceses la entrega de muchos de estos descubrimientos, estudios y documentos. A pesar de la negativa francesa,  finalmente consiguieron hacerse con gran parte de las obras, incluida la piedra de Rosetta.

Fuentes
John Julius Norwich: El Mediterráneo. Un mar de encuentros y conflictos entre civilizaciones.

jueves, 18 de abril de 2013

Pintura barroca

Los principios de la Contrarreforma exigieron que hubiera una nueva espiritualidad que se adaptase a la situación religiosa del momento, y para alcanzar esto, la estética barroca fue un medio expresivo perfecto.
Por otra parte, los monarcas también se aprovecharon del arte al utilizarlo como propaganda para exaltar su poder.

Pintura barroca

Para exaltar el poder religioso, se quería mostrar a la población las verdades de la fe, por eso se hacía arte siguiendo los principios del Concilio de Trento y de la Contrarreforma. Algunos de los temas totalmente rechazados por los luteranos, como los santos o la Inmaculada Concepción, eran los que abundaban en la iconografía. Se caracterizaba por su gran realismo, por el que se pretendía ''llegar'' mejor a los fieles.

El poder monárquico se exaltaba mediante retratos de los monarcas y su familia, mediante pinturas históricas con hazañas llevadas a cabo por el Estado, destacando así su poder, e incluso mediante pinturas mitológicas que alababan a la corona con diferentes simbologías.

                               Rubens: Muerte de Enrique IV y proclamación de la regencia

Pintura barroca en España

Se podría afirmar que el Barroco es uno de los momentos más productivos en la pintura española. Madrid, ciudad donde estaba la corte, y Sevilla, enriquecida por concentrar el comercio con América, fueron clave para la pintura.

Mientras que en algunas naciones se dieron las corrientes clasicista y decorativa, en España predominó el naturalismo y tenebrismo.
En la temática apenas se dio la mitología, ya que la mayoría de obras eran de carácter religioso. 

                                                             Ribera: San Andrés

A pesar de que se dieron grandes pintores como Ribalta, caracterizado por su naturalismo y los fuertes contrastes, o José de Ribera, con una etapa tenebrista y otra influenciada por la pintura veneciana, el pintor más destacado fue Diego Velázquez, una de las figuras españolas, y mundiales, más célebres en pintura.

El sevillano trabajó en la corte de Felipe IV, por ello se pudo centrar, sobre todo, en la temática mitológica, dejando algo de lado los temas religiosos.
Una de las principales características de su pintura es el arrepentimiento: El pintor retocaba sus cuadros del Palacio del Buen Retiro cuando la composición empezaba a no convencerle.

                                                  Velázquez: Felipe IV en armadura

Velázquez se vio muy influenciado a su llegada a la corte, en 1623, por la pintura italiana que tenía Felipe IV. Su obra más destacada en este período fue El triunfo de Baco, donde mezcla personajes mitológicos y personajes que correspondían al siglo XVII. 

                                                    Velázquez: El triunfo de Baco

En su primer viaje a Italia, cambia radicalmente su estilo, pasando de tonos ocres a unos tonos muy claros. Un gran ejemplo de ello es La fragua de Vulcano, donde trata las infidelidades de Venus a su esposo.

                                                 Velázquez: La fragua de Vulcano

En 1631 regresa a Madrid. En esta etapa realiza, sobre todo, retratos, destacando los ecuestres, como el de Felipe IV.
Sin embargo, la obra más destacada de este período es La rendición de Breda, un lienzo histórico.

                                                 Velázquez: La rendición de Breda

Velázquez haría un segundo viaje a Italia, pero no tendría repercusión en su estilo.
Fue en su etapa final cuando realizó sus obras más brillantes y destacadas: Las meninas y Las hilanderas (o La fabula de Aracne).

                                                          Velázquez: Las meninas

                                                    Velázquez: Las hilanderas

Estas se caracterizan por el empleo de la luz (sobre todo, alternancia de luces y sombras) mediante la perspectiva aérea.



Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Vel%C3%A1zquez
https://es.wikipedia.org/wiki/Pintura_del_Barroco
http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/4788.htm

miércoles, 10 de abril de 2013

FERNANDO VI: reinado


INTRODUCCIÓN
El reinado de Fernando VI, será un reinado diferente al de su padre, Felipe V. Este rey, retratado como indolente, y con falta de ambición, dejará bastantes libertades a sus ministros. Casado con Bárbara de Braganza, se dejará influir también por ella en cuestiones políticas, aunque esta influencia será mucho menor que la que ejerció Isabel de Farnesio en Felipe V.  De hecho, Fernando mantendrá a Farnesio alejada de la Corte, en respuesta a su actitud crítica.
Fernando VI
La Corte, alicaída en los últimos años de Felipe V, se animará nuevamente con Fernando VI, sobretodo en sus primeros momentos de reinado. Ejemplos de ello serán la presencia de la voz de Farinelli o de las obras de Feijoo. También se mantendrá la protección del arte, con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Se darán cambios en la situación ministerial: Carvajal fue nombrado Secretario de Estado; Villadarias pasó a Gracia y Justicia; Ensenada conservó sus secretarías. Como consecuencia de la búsqueda del dominio de los arrendamientos de rentas y de los asientos para el Ejército y la Marina, la lucha política entre los distintos poderes se convertirá también en una lucha económica. Además, la política reformista, que favorecerá la reducción de estas posibilidades, endurecerá más la pelea.

La CLAVE DEL GOBIERNO, estará en el entendimiento entre Carvajal y Ensenada. Aunque ambos parecían de acuerdo al principio, se darán discrepancias puntuales (competencias no siempre diferenciadas; visión distinta de la política; intereses personales) que irán aumentando hasta llegar al punto de tomar decisiones que el otro ignorará. Ejemplo de esto serán el Tratado de Límites o el Concordato de 1753. Pero conseguirán llegar a un equilibrio, ya que ambos van a desear el fortalecimiento del país. Además, esta “falta de entendimiento” entre los ministros será ventajosa, ya que desconcertará a los embajadores extranjeros, y eso, a la hora de mantener la paz (cosa que a ambos ministros interesaba), resultará beneficioso.
Con la muerte de Carvajal en 1754, se producirá un cambio repentino en política, ya que se romperá ese equilibrio que había conseguido crear con Ensenada. Su sustituto sería Ricardo Wall, el entonces embajador en Londres y estimado por el embajador inglés en Madrid, Keene. Esto supondría una creciente influencia británica, la cual Ensenada pretendió contrarrestar con un ataque a los ingleses en Campeche, con ayuda de Francia. Esto fue una equivocación, ya que la influencia de Keene era muy grande y esto haría que los reyes apoyasen la oposición contra Ensenada, el cual sería arrestado y desterrado de la Corte.
Los dos últimos años del reinado serán totalmente inactivos. Tras la muerte de la reina en 1758, Fernando se sumiría en una crisis de melancolía, siendo su hermanastro Carlos quien tomaría algunas decisiones desde Nápoles. Finalmente, Fernando morirá en 1759.

MARCO INTERNACIONAL: paz armada y neutralidad
Fernando VI deseaba la paz, pero a su vez quería seguir defendiendo las opciones italianas de los Farnesio, sobre todo cuando se da la amenaza sobre Nápoles en 1746. El objetivo de España era seguir del lado de Francia, pero a su vez, buscar por separado la paz con Austria e Inglaterra. Por otra parte, debido a la ventaja de Francia en los Países Bajos, Inglaterra se vio obligada a buscar también la paz. Comenzarán así, entre 1747 y 1748, una serie de conversaciones paralelas entre los distintos países para buscar la paz. Sin embargo, estas no darían resultado, ya que cada país temía acabar perjudicado. Pero por otra parte, esto dio lugar al deseo de una ASAMBLEA CONJUNTA, por lo que en diciembre de 1747, se trasladaron las conversaciones a Aquisgrán, produciéndose la firma definitiva de la paz en octubre de 1748. El acuerdo se produjo por el entendimiento entre Francia y Austria; Inglaterra tuvo que ceder debido a la situación militar en Holanda. Francia tenía poco que reclamar; lo más importante fue que Austria cediera al infante don Felipe los territorios italianos (aunque con matices). Por tanto, como consecuencias de la Paz de Aquisgrán, Austria consiguió el reconocimiento de la Pragmática Sanción, aunque perdió territorios; Inglaterra consiguió mantener el equilibrio europeo; Francia mantuvo un dominio continental, aunque sin ampliarlo; Holanda se salvó; España consiguió los territorios, aunque el matiz estaba en que los herederos del infante don Felipe no heredarían estos, y aparte ninguna de las pretensiones españolas a las que Francia se había comprometido a ayudar, quedaron satisfechas. En definitiva, Aquisgrán fue una tregua forzada debido a la igualdad de los participantes, que conllevará a una guerra fría a partir de 1748, en la que las potencias se prepararán para una nueva ofensiva. Será un periodo de tensiones y sutilezas diplomáticas.
Por otra parte, en 1749, se completó el tratado de Aquisgrán con un tratado hispanoinglés, por el que España mejoró su situación con Italia y en el Atlántico: logró prevenir los ataques ingleses en América y recuperar los privilegios comerciales concedidos a Inglaterra en Utrecht.
En España, esta paz se aprovechó para mejorar la economía y reforzar el Ejército, sobretodo la Marina, aunque los métodos diferían, ya que mientras que Carvajal era partidario de la diplomacia, Ensenada lo era de la paz armada, es decir, de la intimidación por medio del Ejército. Finalmente, llegarán a un equilibrio. El objetivo era el de fortalecer España, con independencia de con qué potencia aliarse. Se mantuvo una equidistancia con Francia e Inglaterra, es decir, un acercamiento ambas pero sin depender de ninguna, debido a la desconfianza tanto en un país como en otro. Se produjo así una obligada neutralidad, durante la cual era necesario armarse. La puesta en práctica de esta neutralidad se verá en las acciones llevadas a cabo en el territorio de América, en el área atlántica, mediterránea y en el norte de África.
A la muerte de Carvajal en 1754 y con la sustitución de Wall, no habría muchos cambios en el plano internacional. Crecieron las tensiones con Inglaterra en el ámbito de presas, contrabando…, las cuales eran actuaciones particulares, pero el gobierno británico tampoco hacía nada por intentar frenarlas. En la Guerra de los Siete Años, Wall se mantendrá neutral.

MARCO INTERNO: reformismo
En este escenario de neutralidad, se llevará a cabo un REFORMISMO ECONÓMICO, que será fundamental, ya que la paz tenía como objetivos fundamentales el fortalecimiento del Ejército y de la Marina, así como también el progreso del comercio y la industria.
Entre las reformas de la Marina están las Ordenanzas generales de la Armada de 1748 y la supresión del Almirantazgo. En 1750, se dieron nuevas ordenanzas para el Ejército.
Ensenada
Catastro
Se produjo una reforma de la Hacienda llevada a cabo por Ensenada, que intentó ser revolucionaria, mediante el establecimiento de la contribución única en Castilla, y cuya puesta en práctica exigía la realización de un catastro. Esta reforma pretendía ser más igualitaria y conseguir dinero de las rentas más abundantes (las de tierra), pero debido a la oposición de las clases privilegiadas y la crisis de 1754 (en la que cayó Ensenada), este proceso se vio frenado.
En 1751 se creó el Real Giro, para gestionar la salida de dinero de España y el pago de operaciones en el extranjero. Esto produjo beneficios a la Administración pero afectó a los financieros privados.
En cuanto al comercio con América, se crearon nuevas compañías, como las de “comercio y fábricas”.
En el marco industrial, se impulsó la creación de nuevas fábricas estatales, como la de paños de Brihuega, de sedas de Talavera o de tabaco en Sevilla. Se atrajo a técnicos extranjeros y desde 1752, debido a la Junta de Comercio dirigida por Carvajal, se llevó a cabo una política de exenciones fiscales para promover la industria.
También habría novedades en política de comunicaciones, como el intento de mejora de los transportes entre Madrid y la periferia (sobre todo con el Norte); construcción de carreteras; inicio de la construcción del canal de Castilla; mejora de los puertos…
En 1749 se restableció el sistema de Intendentes (el cual había sido suprimido en 1724), que tenían por función el fomento de las actividades económicas.
Carvajal
También en 1753 se llegó a un acuerdo con la Santa Sede sobre la provisión de cargos eclesiásticos, en el que el Rey conseguirá un poder de patronato bastante amplio.
En conclusión, el programa reformista llevado a cabo por Carvajal y Ensenada, supuso una continuidad con las líneas anteriores. Es un programa en el que se darán ciertas contradicciones, como la creación de fábricas estatales mientras que se mejora la legislación de las empresas particulares, y en el que los puntos de fracaso serán debidos a la gran fuerza de oposición de los privilegios estamentales.

Tras el arresto y el destierro de Ensenada de la Corte, este fue sustituido por Arriaga, Eslava y Valparaíso. En un primer momento, este cambio parecía continuista, ya que todos estos habían sido protegidos de Ensenada, pero finalmente cambiaron su política. Esto tendría aspectos positivos, como la privatización de muchas fábricas estatales, y el mantenimiento de la política proteccionista y de exenciones fiscales; pero también negativos como el freno al proyecto de Ensenada de la contribución única, la vuelta del sistema de flotas para Nueva España, y el freno del programa de renovación de la Marina.

CONCLUSIÓN
El reinado de Fernando VI se puede caracterizar por los siguientes aspectos:
            -Desaparición de la presión extranjera.
-Cierta compensación a la aristocracia, con el nombramiento de Carvajal, pero a su vez oposición de esta a ciertas reformas.
            - Persecución de la paz y obligada neutralidad.
            - Mantenimiento del programa reformista.

BIBLIOGRAFÍA
- FLORISTÁN, A. (coord.), “Fernando VI”, Historia de España en la Edad Moderna, Barcelona, Ariel, 2009.

jueves, 4 de abril de 2013

Causas de la reforma

¿Por qué el papa, cuya riqueza es mayor que la de muchos grandes ricos, no edifica al menos la basílica de San Pedro con sus propios dineros, en vez de hacerlo con el de los pobres fieles? Las indulgencias, por las que los predicadores prometen grandes méritos, no tienen más que uno, el de entregar dinero. Hay que enseñar a los cristianos que lo que se da a los pobres o presta a los necesitados es mejor que ganar indulgencias.
Martín Lutero: 95 tesis contra la doctrina de la Iglesia católica.

Fue en 1517 cuando Martín Lutero publicó en Alemania sus tesis, con la que iniciaría un movimiento que se expandió por Europa y provocaría el fin de la unión de la Iglesia en Occidente.
La rigidez de la Iglesia ante los descubrimientos científicos, el antropocentrismo, la riqueza abusiva del clero, la compra de cargos eclesiásticos y la venta de indulgencias fueron, entre otras cosas, objeto de crítica de los humanistas.


Sociedad y economía

En el siglo XVI, el clero, normalmente de escasa formación, pertenecía a la nobleza. Su única ambición consistía en reunir riquezas, y se podría decir que, prácticamente, su ''responsabilidad clerical'' les daba igual. Llevaban a cabo una vida totalmente terrenal.
Esto resultó ser una gran causa de preocupación y angustia entre la sociedad, ya que consideraban que el fin se aproximaba, y debido a la ya nombrada corrupción del clero, la salvación quedaba lejos de ellos.
Uno de los asuntos más escandalosos era la venta de indulgencias: las consecuencias de los pecados se ''perdonaban'' pagando una cierta cantidad. Por ejemplo, el perdón por asesinar a alguien se conseguía pagando 8 ducados.
Llegó incluso a haber venta de indulgencias para pecados de personas ya fallecidas (con el fin de que ''estuviera'' por un menor tiempo en el purgatorio) y también, para futuros pecados.


La revolución de los precios que provocó el descubrimiento de América tuvo una gran repercusión, sobre todo, para las clases sociales adineradas.
Los nobles, que perdieron parte de su poder, se dieron cuenta de que podían recuperar su estatus e influencia apoyando a la Iglesia, a cambio de recibir bienes.
Los burgueses también llegaron a la conclusión de que si querían extender sus negocios, debían alejarse de la Iglesia católica, que no era más que un obstáculo, y apoyar la formación de iglesias con doctrinas capitalistas.


Cultura
El artista medieval era responsable solo de la ejecución, porque los contenidos e incluso los temas de las imágenes le eran dados; ahora[en el Renacimiento], el artista debe encontrarlos y definirlos, es decir, que no trabaja ya según directrices ideológicas impuestas desde una autoridad superior o por una tradición consagrada, sino que determina de modo autónomo la orientación ideológica y cultural de su propio trabajo. El arte no es ya una actividad manual o mechanica, aunque sea de alto nivel, sino intelectual o liberalis.
Argan, Giulio Carlo: Renacimiento y Barroco I. De Giotto a Leonardo da Vinci.

Hasta la aparición del humanismo, todo el arte giraba en torno a lo religioso. Incluso se llegaba a considerar herejía todo aquello que no estuviera relacionado con la religión.
Con el humanismo, sería el hombre el que se convertiría en el centro de las investigaciones y arte, ya que se consideraba que este era el principio fundamental del universo y cima de la creación.
Se reivindicaba, por lo tanto, que era necesario la autonomía de las actividades del ser humano.

Pero sin duda, lo más destacado en este apartado es el papel que jugó la aparición de la imprenta para la Reforma protestante.



El primer libro que se reprodujo en grandes cantidades fue la Biblia, lo que permitió la difusión, sin precedentes, de escritos luteranos y calvinistas.
Hasta ese entonces, la interpretación de los textos de la Biblia había estado en manos de los religiosos. Sin embargo, el hecho de que la Iglesia no pudiera garantizar la salvación, llevó a que la sociedad la quisiera encontrar leyendo la Biblia y llegando a sus propias interpretaciones personales.


Política y religión

El principal antecedente en cuanto política y religión es el Cisma de Occidente, que debilitó de gran manera al cristianismo al hacer que estuviera dividido 40 años (1378-1417). Llegó a haber 3 papas: el de Roma, el de Aviñón y el de Pisa.
Los cardenales franceses e italianos querían un Papa de su respectiva nación, y, al no llegar a un acuerdo, se estableció un doble papado: uno en Roma y otro en Aviñón.
Todo terminaría en el Concilio de Constanza, donde Martín V, de nacionalidad italiana, fue reconocido por todos los cristianos.


Fuentes
Giulio Carlo Argan: Renacimiento y Barroco I. De Giotto a Leonardo da Vinci.