martes, 5 de marzo de 2013

Inquisición

Entre el final del reinado de Carlos I y el comienzo del de Felipe II, se cambió la actitud ante las corrientes intelectuales europeas debido a la victoria de la Reforma protestante, que hizo que aumentara de gran manera la intolerancia religiosa. La ortodoxia católica se asentó en España, donde tuvo un papel fundamental la Inquisición.
Este tribunal eclesiástico, establecido por los Reyes Católicos con el fin de conseguir la unidad religiosa, se ocupaba de que en España solo se practicara el catolicismo. A diferencia de lo que ocurría en el Imperio Otomano, donde había tolerancia religiosa, en España se perseguía y se condenaba cualquier manifestación hereje.



Aún habiendo en muchos casos solo sospechas, normalmente se retenía a los acusados y se les torturaba en prisión mientras se investigaba su conducta. Aquellos que confesaban por ''voluntad propia'' sufrían unos castigos menores que aquellos que se negaban a confesar.
La Inquisición se caracterizaba, entre otras muchas cosas, por la crueldad de las torturas (flagelación, la cuerda, ''cura de agua'' etc).



El acusado podía ser absuelto de manera plena o parcial, o condenado (prisión, quemado en la hoguera, etc). Estas condenas se leían y efectuaban en un acto solemne: el auto de fe.


                                               La Santa Inquisición y la tortura



Fuentes: Jaime Alvar Ezquerra: Diccionario de Historia de España
http://historiasdelahistoria.com/2009/10/19/las-torturas-de-la-inquisicion
Wikipedia

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