Este tribunal eclesiástico, establecido por los Reyes Católicos con el fin de conseguir la unidad religiosa, se ocupaba de que en España solo se practicara el catolicismo. A diferencia de lo que ocurría en el Imperio Otomano, donde había tolerancia religiosa, en España se perseguía y se condenaba cualquier manifestación hereje.
Aún habiendo en muchos casos solo sospechas, normalmente se retenía a los acusados y se les torturaba en prisión mientras se investigaba su conducta. Aquellos que confesaban por ''voluntad propia'' sufrían unos castigos menores que aquellos que se negaban a confesar.
La Inquisición se caracterizaba, entre otras muchas cosas, por la crueldad de las torturas (flagelación, la cuerda, ''cura de agua'' etc).
El acusado podía ser absuelto de manera plena o parcial, o condenado (prisión, quemado en la hoguera, etc). Estas condenas se leían y efectuaban en un acto solemne: el auto de fe.
La Santa Inquisición y la tortura
Fuentes: Jaime Alvar Ezquerra: Diccionario de Historia de España
http://historiasdelahistoria.com/2009/10/19/las-torturas-de-la-inquisicion
Wikipedia
Interesante aportación, Ennoïa.
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